- La primera plaga fue la de la sangre. Dios dio instrucciones a Moisés para que levantara su cayado sobre el río Nilo. Como consecuencia, toda el agua se convirtió en sangre, matando a todos los peces del río y llenando Egipto de un olor nauseabundo durante siete días. Los hechiceros del faraón demostraron entonces que también ellos podían convertir el agua en sangre y el faraón, por lo tanto, no cedió ante las demandas de Moisés.
- La segunda plaga de Egipto fueron las ranas. Dios dio instrucciones a Moisés de que dijera a Aarón que estirase su vara sobre el agua y hordas de ranas invadieron Egipto. Los hechiceros del faraón fueron capaces de duplicar esta plaga con su magia
- La tercera plaga ocurre cuando Aarón extendió su mano con el cayado y golpeó el polvo de la tierra; y hubo piojos sobre los hombres y sobre los ganados. Todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos sobre todo el país de Egipto
- La cuarta plaga de Egipto fue de criaturas capaces de dañar a las personas y al ganado. La Torá enfatiza que sólo vinieron en contra de los Egipcios, y que no afecto la Tierra donde vivían los Israelitas. El Faraón le pidió a Moisés eliminar esta plaga y prometió permitir la libertad de los Israelitas
- La quinta plaga de Egipto fue una terrible peste que exterminó a los ganados egipcios, ya fueran caballos, burros, camellos, vacas, ovejas o cabras. El ganado israelita resultó, una vez más, ileso. De nuevo, el faraón no hizo concesiones.
- La sexta plaga de Egipto fue una enfermedad cutánea que suele traducirse como "úlcera" o "sarpullido". Dios le dijo a Moisés y Aarón que cada uno tomase dos puñados de hollín de un horno, el cual Moisés dispersó en el cielo en presencia del faraón. El hollín provocó úlceras en el pueblo y el ganado egipcios. Los hechiceros egipcios resultaron afectados junto con todos los demás y murieron, sin poder sanarse, mucho menos el resto de Egipto, pero ninguna de las plagas tocaron Israel.
- La séptima plaga de Egipto fue una destructiva tormenta. Dios le dijo a Moisés que estirase su vara hacia el cielo, punto en el cual la tormenta comenzó. Era incluso más sobrenatural que las plagas anteriores, una poderosa ducha de granizo mezclada con fuego. La tormenta dañó gravemente a los huertos y cultivos egipcios, así como a las personas y al ganado.
- La octava plaga de Egipto fueron las langostas. Antes de la plaga, Moisés llegó al faraón y le advirtió de la inminente plaga de langostas. Los funcionarios del faraón le suplicaron que permitiera que los israelitas fueran libres, ya que iban a sufrir los efectos devastadores de una plaga de langostas, pero éste aún era renuente a ceder.
- En la novena plaga, Dios le dijo a Moisés que estirase sus manos al cielo , para que la oscuridad cayera sobre Egipto. Esta oscuridad era tan pesada que un egipcio podía sentirla físicamente. Duró tres días, tiempo durante el cual sólo hubo luz en las casas de los israelitas.
- La décima y última plaga fue la muerte de todos los primogénitos de Egipto. Dios ordenó a los hebreos marcar sus puertas con la sangre de un cordero, ya que de esta forma no entraría en sus casas para matar a sus primogénitos. Primero, el ángel de la muerte fue al pueblo hebreo para matar a algunos hebreos, pero no lo hizo gracias a la sangre del cordero por las puertas. Luego el ángel de la muerte se dirigió al pueblo egipcio para matar. Como no había ninguna sangre de cordero en la puerta, éste mató a los primogénitos egipcios, incluyendo al hijo del faraón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario